martes, 8 de diciembre de 2009

Enfermedad celíaca (esprúe)



Enfermedad celíaca (esprúe)





El sistema digestivo

Esprúe celíaco; alimentos que se deben evitar



Dermatitis herpetiforme en el codo

Dermatitis herpetiforme en el brazo y las piernas



Órganos del sistema digestivo Lea más

Aborto espontáneo

Diabetes tipo 1

Eccema

Enfermedades de la tiroides

Infertilidad

Intolerancia a la lactosa

Lupus eritematoso sistémico

Proteína en la dieta

Trastornos autoinmunitarios Es una enfermedad hereditaria y autoinmunitaria, en la cual el revestimiento del intestino delgado resulta dañado por la ingestión de gluten y otras proteínas que se encuentran en el trigo, la cebada, el centeno y posiblemente la avena.



Causas, incidencia y factores de riesgo

Se desconoce la causa exacta de la enfermedad celíaca o celiaquía. Los intestinos contienen proyecciones (llamadas vellosidades) que absorben los nutrientes, pero en las personas con celiaquía sin diagnosticar ni tratar, estas vellosidades se tornan planas, lo cual afecta su capacidad para absorber los nutrientes en forma apropiada.



Esta enfermedad se puede presentar en cualquier momento de la vida desde la lactancia hasta la adultez avanzada.



Aquellas personas con familiares que padezcan esta enfermedad están en mayor riesgo de padecerla. Este trastorno es más común en las personas de raza blanca y de origen europeo. Asimismo, las mujeres resultan afectadas más comúnmente que los hombres.



Existen numerosas enfermedades y afecciones asociadas con la enfermedad celíaca, como:



Anemia

Trastornos autoinmunitarios como la artritis reumatoidea y el lupus eritematoso sistémico

Ciertos tipos de cáncer intestinal

Dermatitis herpetiforme

Síndrome de Down

Intolerancia a la lactosa

Aborto espontáneo o infertilidad inexplicable

Enfermedades neurológicas

Osteoporosis u osteopenia

Enfermedad tiroidea

Diabetes tipo I

Síntomas

Los síntomas de la enfermedad celíaca pueden variar significativamente de una persona a otra. Dicha variabilidad es parte de la razón por la cual el diagnóstico con frecuencia se retrasa. Por ejemplo, una persona puede presentar estreñimiento, otra diarrea y aún una tercera no presentar irregularidad alguna en las deposiciones.



La siguiente es una lista parcial de los síntomas gastrointestinales:



Dolor abdominal

Distensión abdominal, hinchazón, gases, indigestión

Estreñimiento

Disminución del apetito (también puede aumentar o permanecer inalterable)

Diarrea crónica u ocasional

Intolerancia a la lactosa (común en el momento del diagnóstico y generalmente desaparece con tratamiento)

Náuseas y vómitos

Heces flotantes, sanguinolentas, fétidas o "grasosas"

Pérdida de peso inexplicable (aunque las personas pueden tener sobrepeso o no en el momento del diagnóstico)

La siguiente es una lista parcial de síntomas no gastrointestinales:



Anemia (conteo sanguíneo bajo)

Dolor en huesos y articulaciones

Enfermedad ósea (osteoporosis, cifoescoliosis, fractura)

Falta de respiración debido a la anemia

Tendencia a la formación de hematomas

Defectos y decoloración del esmalte dental

Depresión

Fatiga

Retraso en el crecimiento de los niños

Pérdida del cabello

Hipoglucemia (azúcar bajo en la sangre)

Irritabilidad y cambios en el comportamiento

Desnutrición

Úlceras bucales

Calambres musculares

Sangrado nasal

Convulsiones

Corta estatura inexplicable

Trastornos cutáneos (dermatitis herpetiforme)

Hinchazón general o abdominal

Deficiencia de minerales o vitaminas, nutrientes únicos o múltiples (por ejemplo, hierro, folato, vitamina K)

Signos y exámenes

Un conteo sanguíneo completo (CSC) puede mostrar signos de anemia y es importante determinar su causa si ésta se detecta.

Un aumento en el nivel de fosfatasa alcalina puede indicar pérdida ósea.

Los niveles bajos de colesterol y albúmina pueden ser signos de malabsorción y desnutrición.

Igualmente, se pueden notar enzimas hepáticas levemente elevadas y coagulación sanguínea anormal.

Los exámenes de sangre pueden detectar algunos anticuerpos especiales. El médico ordenará estos exámenes de anticuerpos si hay sospecha de celiaquía. Si los exámenes son positivos, normalmente se lleva a cabo una endoscopia de vías digestivas altas para obtener una muestra de un pedazo de tejido (biopsia) de la primera parte del intestino delgado (duodeno).



También hay disponibilidad de pruebas genéticas de la sangre para ayudar a determinar quién puede estar en riesgo de padecer enfermedad celíaca.



Una endoscopia (EGD) con enteroscopia, particularmente de las secciones inferiores del intestino más comúnmente afectadas, mostrará un aplanamiento de las vellosidades.



Se puede ordenar una biopsia de control o análisis de sangre varios meses después del diagnóstico y el tratamiento, lo cual confirma la enfermedad. Los resultados normales significan que la persona ha reaccionado favorablemente al tratamiento, confirmando por lo tanto el diagnóstico. Sin embargo, esto no sugiere que la enfermedad haya sido curada.



Tratamiento

La persona debe seguir una dieta libre de gluten de por vida, lo cual permite la recuperación de las vellosidades intestinales. Hay que eliminar los alimentos, bebidas y medicamentos que contengan trigo, centeno, cebada y posiblemente avena.



La persona debe leer las etiquetas de los alimentos y drogas con sumo cuidado para verificar las fuentes ocultas de estos granos y sus derivados. Dado que el trigo y la cebada se encuentran abundantemente en la dieta estadounidense, el tratamiento es un reto, pero se puede alcanzar la meta de curación con educación y planeación.



La dieta libre de gluten NO SE DEBE iniciar antes de hacer el diagnóstico, ya que hacerlo de esta manera afectará las pruebas futuras para esta enfermedad.



El médico puede prescribir suplementos vitamínicos y minerales para corregir las deficiencias nutricionales. Ocasionalmente, también se pueden prescribir corticosteroides (como prednisona) para usarlos por poco tiempo o si la persona tiene un esprúe resistente al tratamiento. Seguir una dieta bien balanceada, libre de gluten, generalmente es el único tratamiento necesario para permanecer bien.



Después del diagnóstico, se recomienda consultar con un dietista profesional especializado en enfermedad celíaca y dieta libre de gluten. De igual manera, un grupo de apoyo puede ayudarle a la persona a manejar la enfermedad y la dieta.



Grupos de apoyo

Para buscar información adicional y apoyo, se recomienda ver la lista de organizaciones en el artículo: recursos para la enfermedad celíaca.



Expectativas (pronóstico)

La eliminación de todos los granos dañinos de la dieta es la medida más importante que se puede tomar para estar saludable. La persona que siga la dieta estricta puede esperar llevar una vida larga y saludable, a menos se haya presentado un daño permanente antes del diagnóstico.



Complicaciones

La persona debe seguir la dieta libre de gluten cuidadosa y continuamente. Cuando esta enfermedad se deja sin tratamiento, puede causar complicaciones potencialmente mortales.



Asimismo, demorar el diagnóstico o no seguir la dieta pone a la persona en riesgo de padecer afecciones conexas como:



Trastornos autoinmunitarios

Ciertos tipos de cáncer intestinal

Fracturas

Infertilidad

Aborto espontáneo

Osteoporosis

Situaciones que requieren asistencia médica

La persona debe consultar con el médico si tiene síntomas de enfermedad celíaca.



Prevención

Dado que la causa exacta se desconoce, no hay forma conocida de evitar el desarrollo de la enfermedad celíaca. Sin embargo, el conocimiento de los factores de riesgo (como tener un familiar que sufra de este trastorno) puede aumentar las probabilidades de obtener un diagnóstico precoz, tratamiento, al igual que tener una vida larga y saludable.



Nombres alternativos

Enteropatía por sensibilidad al gluten; Esprúe; Celiaquía; Intolerancia al gluten

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